y porque me eligió para servir a Jesucristo y ayudar a los que no son judíos. Debo ser para ellos como un sacerdote que les anuncie la buena noticia de Dios y los lleve a su presencia como una ofrenda agradable, dedicada sólo para él por medio del Espíritu Santo.
y sus aguas pasaban por en medio de la calle principal de la ciudad. A cada lado del río había árboles que daban su fruto una vez al mes, o sea, doce veces al año. Sus frutos dan vida eterna, y sus hojas sirven para sanar las enfermedades de todo el mundo.