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Referencias Cruzadas

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Apocalipsis 14:14

Biblia Lenguaje Sencillo (Nuevo Testamento)

Luego vi una nube blanca, sobre la que estaba sentado alguien que parecía un hijo de hombre. Tenía una corona de oro en la cabeza, y en la mano llevaba una hoz afilada.

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19 Referencias Cruzadas  

Cuando llegue el tiempo de la cosecha podremos distinguir entre el trigo y la cizaña. Dejen que las dos plantas crezcan juntas. Cuando llegue el tiempo de la cosecha, enviaré a los trabajadores para que arranquen primero la cizaña, la amontonen y la quemen. Luego recogerán el trigo y lo llevarán a mi granero''. La semilla de mostaza

Mientras Pedro hablaba, una nube brillante vino y se detuvo sobre ellos. Desde la nube se oyó una voz que decía: 'Este es mi Hijo, yo lo amo mucho y estoy muy contento con él. Ustedes deben obedecerlo'.

Y cuando llega el tiempo de la cosecha el agricultor recoge las semillas'. La semilla de mostaza

Esas cosas serán una señal de que estoy por volver al mundo. Porque entonces verán que yo, el Hijo del hombre, vengo en las nubes con mucho poder y gloria.

Pero Dios nos ama y envió a Jesús a morir para salvarnos. Por eso, aunque Dios permitió que por algún tiempo Jesús fuera menos importante que los ángeles, ahora se le rinde gloria y honor.

En medio de los candelabros vi a alguien que parecía ser Jesús, el Hijo del hombre. Vestía una ropa que le llegaba hasta los pies, y a la altura del pecho llevaba un cinturón de oro.

¡Miren! ¡Cristo viene en las nubes! Todos lo verán venir, aun los que lo mataron; y todos los habitantes del mundo llorarán por él. Así sucederá, ¡Amén!

Luego vi a otro ángel poderoso, que bajaba del cielo envuelto en una nube. Un arco iris adornaba su cabeza; su cara brillaba como el sol, y sus piernas eran como dos columnas de fuego.

diciendo: 'Señor, Dios todopoderoso; tú vives y siempre has vivido. Gracias porque has demostrado tu gran poder, y porque has comenzado a reinar sobre el mundo.

Sus ojos parecían llamas de fuego; llevaba muchas coronas en su cabeza, y tenía escrito un nombre que sólo él conocía.

Entonces vi un gran trono blanco, y al que estaba sentado en él. Y en su presencia desaparecieron la tierra y el cielo, y nadie volvió a verlos.

Miré entonces, y vi salir un caballo blanco. El que lo montaba llevaba en la mano flechas y un arco, y le dieron una corona. Había vencido a sus enemigos, y salía dispuesto a seguir venciendo.




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