Queridos amigos, con esto quedan advertidos. Así que cuídense mucho, para que no los engañe la gente malvada, y ustedes no dejen de creer firmemente en Dios.
'¡Cuídense de esos mentirosos que dicen hablar de parte de Dios! Ellos se presentarán ante ustedes tan inofensivos como una oveja, pero en realidad son tan peligrosos como un lobo feroz.
Pero les digo esto para que, cuando suceda, recuerden que ya se lo había dicho.
'Yo no les dije esto desde un principio porque estaba con ustedes, El trabajo del Espíritu Santo
y decidieron vivir como una gran familia. Y cada día los apóstoles compartían con ellos las enseñanzas acerca de Dios y de Jesús. También celebraban la Cena del Señor y oraban juntos.
porque no sirven a Cristo, nuestro Señor, sino que buscan su propio bien. Hablan a la gente con palabras bonitas, pero son unos mentirosos y engañan a los que no entienden.
Por eso, mis queridos hermanos, manténganse firmes, y nunca dejen de trabajar más y más por el Señor. Y sepan que nada de lo que hacen para Dios es inútil.
Pero tengo miedo de que les pase lo mismo que a Eva, que fue engañada por la astuta serpiente. También ustedes pueden ser engañados y dejar de pensar con sinceridad y pureza acerca de Cristo.
Ya no seremos como niños, que ahora piensan una cosa y más tarde piensan otra, y que son fácilmente engañados por las falsas enseñanzas de gente astuta que recurre a toda clase de trampas.
Porque aunque no estoy con ustedes, siempre los recuerdo y me alegro de saber que son ordenados y siguen confiando plenamente en Jesucristo. La vida nueva que Cristo da
Tengan cuidado. No presten atención a los que quieren engañarlos con ideas y razonamientos que parecen sabios, pero que sólo son enseñanzas humanas. Esa gente obedece a los espíritus poderosos de este mundo y no a Cristo.
Resistan sus ataques confiando en Dios y sin dudar un solo momento. Ya saben que en todo el mundo otros seguidores de Cristo están sufriendo como ustedes.
Por eso, acuérdate de cómo eras antes, y vuelve a obedecer a Dios. Deja de hacer lo malo, y compórtarte como al principio. Si no lo haces, yo iré a castigarte y quitaré de su lugar tu candelabro.