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Referencias Cruzadas

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2 Corintios 12:14

Biblia Lenguaje Sencillo (Nuevo Testamento)

Ya estoy listo para ir a visitarlos por tercera vez, pero tampoco ahora les pediré que me ayuden con dinero. Me interesan ustedes, no su dinero. Al fin de cuentas, no son los hijos los que deben juntar dinero para los padres, sino los padres los que deben juntar dinero para los hijos. Y ustedes son mis hijos.

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28 Referencias Cruzadas  

'Nunca he querido que me den dinero ni ropa.

Por eso, tenemos que pensar en el bien de los demás, y no sólo en nosotros mismos.

En todo lo que hago, yo trato de agradar a todas las personas. No busco ventajas para mí mismo, sino que busco el bien de los demás, para que se salven.

Si alguno tiene hambre, es mejor que coma en su casa. Así Dios no tendrá que castigarlos por su comportamiento en las reuniones. En cuanto a las otras preguntas que me hicieron, ya les daré instrucciones cuando vaya a visitarlos.

Después de pasar por la región de Macedonia, iré a Corinto.

Sin embargo, si Dios quiere, muy pronto iré a visitarlos, y sabré si esos valentones, además de hablar, hacen lo que dicen.

Si otros tienen ese derecho, con más razón nosotros. Pero no hemos hecho valer ese derecho, sino que todo lo hemos soportado con tal de no crear problemas al anunciar la buena noticia de Cristo.

Pero entonces, ¿qué gano yo con eso? Nada menos que la satisfacción de poder anunciar la buena noticia sin recibir nada a cambio. Es decir, anunciarlo sin hacer valer mi derecho de vivir de mi trabajo como apóstol. ¡Esforcémonos!

Aunque soy libre, vivo como si fuera el esclavo de todos. Así ayudo al mayor número posible de personas a creer en Cristo.

Mi primera intención fue ir a verlos primero, para así poder visitarlos dos veces.

Cuando estuve entre ustedes y necesité algo, nunca les pedí que me ayudaran. Los miembros de la iglesia en la región de Macedonia llegaron y me dieron lo que necesitaba. Traté de que ustedes no tuvieran que molestarse por mí, y así lo seguiré haciendo.

Sólo una cosa buena les faltó, que otras iglesias sí tuvieron: ¡ustedes no me ayudaron con dinero! ¡Perdónenme! Tal vez sea mi culpa no haberles pedido ayuda.

Yo los quiero como a hijos, pero mientras no lleguen a ser como Cristo me harán sufrir mucho, como sufre una madre al nacer su hijo.

Queridos hermanos y amigos, estoy muy contento y orgulloso de ustedes. ¡Realmente los extraño! ¡No dejen de confiar en el Señor!

No lo digo para que ustedes me den algo, sino para que Dios les tome esto en cuenta.

Saben que a cada uno de ustedes lo hemos tratado como un padre trata a sus hijos. Los animamos, los consolamos,

Tanto los amamos y queremos que no sólo les habríamos anunciado la buena noticia de Dios sino que, de haber sido necesario, hasta habríamos dado nuestra vida por ustedes.




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