Nada se gana con hablar bien de uno mismo. Pero tengo que hacerlo. Así que ahora les voy a contar las visiones que tuve, y lo que el Señor Jesucristo me dio a conocer.
En realidad, a ustedes les conviene que me vaya. Porque si no me voy, el Espíritu que los ayudará y consolará no vendrá; en cambio, si me voy, yo lo enviaré.
Tiempo atrás, Caifás les había dicho a los jefes judíos que les convenía más la muerte de un solo hombre, con tal de salvar a todo el pueblo. Pedro asegura no conocer a Jesús
A la noche siguiente, el Señor se le apareció a Pablo y le dijo: 'Anímate, porque así como has hablado de mí en Jerusalén, también lo harás en Roma'. Plan para matar a Pablo
Algunos de ustedes dicen: 'Soy libre de hacer lo que quiera'. ¡Claro que sí! Pero no todo lo que uno quiere conviene, ni todo fortalece la vida cristiana.
Hermanos míos, si yo fuera a visitarlos y les hablara en idiomas desconocidos, ¿de qué les serviría? Sólo los ayudaría si les diera a conocer algo desconocido, o si les diera algún conocimiento, o si les comunicara algún mensaje de parte de Dios, o alguna enseñanza.
Algunos de ustedes dicen: 'Soy libre de hacer lo que quiera'. ¡Claro que sí! Pero no todo lo que uno quiere conviene, y por eso no permito que nada me domine.
Sé que hablar bien de mí es una locura, pero ustedes me han obligado a hacerlo. Yo soy tan capaz como esos superapóstoles, ¡así que son ustedes los que deberían hablar bien de mí!
o por las cosas maravillosas que Dios me ha mostrado. Por eso, para que no me llene de orgullo, padezco de algo muy grave. Es como si Satanás me clavara una espina en el cuerpo para hacerme sufrir.
pero Dios me ha contestado: 'Mi amor es todo lo que necesitas. Mi poder se muestra en la debilidad'. Por eso, prefiero sentirme orgulloso de mi debilidad, para que el poder de Cristo se muestre en mí.
Por el bien de ustedes les doy mi consejo acerca de esto. El año pasado ustedes fueron los primeros en dar, y además, lo hicieron con mucho entusiasmo.
Por eso, de acuerdo con lo que el Señor nos enseñó, les decimos que los que aún vivamos cuando él venga, nos reuniremos con él después de que se hayan reunido con él los que estaban muertos.
Y también sabemos que el Hijo de Dios ha venido, y que nos ha dado la capacidad de conocer al Dios verdadero. Vivimos unidos a su Hijo Jesucristo; él es el Dios verdadero, que da la vida eterna.