'A los pocos días, el hijo menor vendió lo que su padre le había dado y se fue lejos, a otro país. Allá se dedicó a darse gusto, haciendo lo malo y gastando todo el dinero.
¡Cómo no íbamos a hacer una fiesta y alegrarnos por el regreso de tu hermano! Es como si hubiera muerto y vuelto a vivir; como si se hubiera perdido y lo hubiéramos encontrado''.
Por eso, aunque estábamos muertos por culpa de nuestros pecados, él nos dio vida cuando resucitó a Cristo. Nos hemos salvado gracias al amor de Dios, aunque no lo merecíamos.
Antes, ustedes estaban muertos, pues eran pecadores y no formaban parte del pueblo de Dios. Pero ahora Dios les ha dado vida junto con Cristo, y les ha perdonado todos sus pecados.
Ustedes los ricos han vivido con mucho lujo, y se han dado la gran vida en esta tierra. Tanto han engordado que parecen toros y vacas listos para el matadero.
Ella era muy orgullosa,
y le gustaba vivir con grandes lujos;
¡pues ahora háganla sufrir!
¡dense el lujo de atormentarla!
Porque ella piensa:
'Aquí me tienen,
sentada en mi trono de reina.
No soy viuda, y nunca sufriré'.
'Escribe al ángel de la iglesia de Sardes:
'Yo tengo los siete espíritus de Dios y las siete estrellas. Escucha lo que te voy a decir:
'Estoy enterado de todo lo que haces, y sé que tienes fama de obedecerme fielmente. Pero eso no es verdad.