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Referencias Cruzadas

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1 Timoteo 4:14

Biblia Lenguaje Sencillo (Nuevo Testamento)

No dejes de usar las capacidades especiales que Dios te dio cuando los líderes de la iglesia pusieron sus manos sobre tu cabeza. El Espíritu Santo habló con ellos y les ordenó hacerlo.

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18 Referencias Cruzadas  

Bernabé y Saulo llevaron el dinero a Jerusalén y lo entregaron a los líderes de la iglesia.

Todos siguieron orando y ayunando; después oraron por Bernabé y Saulo, les pusieron las manos sobre la cabeza, y los despidieron. Bernabé y Saulo en Chipre

Pablo puso sus manos sobre la cabeza de esos doce hombres y, en ese momento, el Espíritu Santo vino sobre ellos. Entonces comenzaron a hablar en idiomas extraños y dieron mensajes de parte de Dios.

El jefe de los sacerdotes y todos los líderes del país saben bien que esto es cierto. Ellos mismos me dieron cartas para que mis amigos judíos de la ciudad de Damasco me ayudaran a atrapar más seguidores de Jesús. Yo fui a Damasco para traerlos a Jerusalén y castigarlos.

Luego los llevaron ante los apóstoles, y estos pusieron sus manos sobre la cabeza de cada uno y oraron.

Entonces Pedro y Juan pusieron sus manos sobre la cabeza de cada uno, y todos recibieron el Espíritu Santo.

No alejen de ustedes al Espíritu Santo.

Timoteo, hijo mío, las cosas que te pido hacer están de acuerdo con las profecías que se dijeron acerca de ti. Si cumples con ellas serás como un buen soldado que sabe pelear.

Haz todo eso y dedícales tiempo, para que todos vean que cada vez eres mejor.

Los líderes de la iglesia que hacen bien su trabajo merecen que se les pague el doble, especialmente los que anuncian y enseñan la buena noticia.

Cuando alguien acuse a un líder, pídele que presente a dos o tres testigos. Si no lo hace, no le prestes atención.

Antes de nombrar a alguien para el servicio a Dios, piénsalo bien. Porque si esa persona hace algo malo, tú serás también responsable de lo que haga. ¡Apártate más bien de todo lo que es malo!

Imita al deportista que se esfuerza por ganar la competencia: haz todo lo posible por ser un buen discípulo de Jesucristo, y recibirás el premio de la vida eterna. Dios te llamó y te prometió esa vida cuando delante de mucha gente anunciaste que habías confiado en Dios.

Por eso te recomiendo que no dejes de usar esa capacidad especial que Dios te dio cuando puse mis manos sobre tu cabeza.




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