Como a ustedes todavía les cuesta entender esto, se lo explico con palabras sencillas y bien conocidas. Antes ustedes eran esclavos del mal, y cometían pecados sexuales y toda clase de maldades. Pero ahora tienen que dedicarse completamente al servicio de Dios.
Además, siempre damos gracias a Dios porque al llevarles su mensaje, ustedes lo aceptaron como de parte de Dios y no de un ser humano. Y es verdad, ese mensaje es de Dios y hace que los que confían en él cambien su manera de vivir.