Si alguno tiene hambre, es mejor que coma en su casa. Así Dios no tendrá que castigarlos por su comportamiento en las reuniones.
En cuanto a las otras preguntas que me hicieron, ya les daré instrucciones cuando vaya a visitarlos.
Porque aunque no estoy con ustedes, siempre los recuerdo y me alegro de saber que son ordenados y siguen confiando plenamente en Jesucristo. La vida nueva que Cristo da
Te dejé en la isla de Creta para que resolvieras los problemas pendientes, y para que nombraras líderes en las iglesias de cada pueblo. Tal y como te dije,