Sin embargo, la mayoría de esa gente no agradó a Dios; por eso murieron y sus cuerpos quedaron tendidos en el desierto.
¿Y con quiénes estuvo Dios enojado durante cuarenta años? ¡Pues con los que pecaron y luego cayeron muertos en el desierto!
Aunque ustedes ya lo saben, quiero recordarles que cuando Dios sacó de Egipto al pueblo de Israel, después destruyó a los que no creyeron en él.