Y descendiendo a la era, hizo todo lo que su suegra le había mandado.
Ester no declaró su pueblo ni su nacimiento; porque Mardoqueo le había mandado que no lo declarase.
Honra a tu padre y a tu madre, para que tus días sean alargados sobre la tierra que el SEÑOR tu Dios te da.
Oye, hijo mío, el castigo de tu padre, y no deseches la ley de tu madre;
Vosotros sois mis amigos, si hiciereis las cosas que yo os mando.
Su madre dice a los que servían: Haced todo lo que os dijere.
Y ella le respondió: Haré todo lo que tú me mandares.
Y cuando Booz hubo comido y bebido, y su corazón estuvo contento, se retiró a dormir a un lado del montón. Entonces ella vino calladamente, y descubrió los pies, y se acostó.