Y viendo ella que estaba tan resuelta a ir con ella, dejó de hablarle.
Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles, y en la comunión, y en el partimiento del pan, y en las oraciones.
Y como no le pudimos persuadir, desistimos, diciendo: Hágase la voluntad del Señor.
Por lo demás, hermanos míos, confortaos en el Señor, y en la potencia de su fortaleza.
Anduvieron pues ellas dos hasta que llegaron a Belén; y aconteció que entrando en Belén, toda la ciudad se conmovió por razón de ellas, y decían: ¿No es ésta Noemí?