en el lugar de las puertas, a la entrada de la ciudad, a la entrada de las puertas da voces:
Cuando salía a la puerta a juicio, y en la plaza hacía aparejar mi silla,
clama en los principales lugares de concurso; en las entradas de las puertas de la ciudad dice sus razones:
Oh hombres, a vosotros clamo; y mi voz es a los hijos de los hombres.
Id pues a las salidas de los caminos, y llamad a las bodas a cuantos hallareis.
Jesús le respondió: Yo manifiestamente he hablado al mundo; yo siempre he enseñado en la sinagoga y en el Templo, donde se juntan todos los judíos, y nada he hablado en oculto.
Id, y estando en el Templo, hablad al pueblo todas las palabras de esta vida.