Por mí dominan los príncipes, y todos los gobernadores juzgan la tierra.
Por mí reinan los reyes, y los príncipes determinan justicia.
Yo amo a los que me aman; y los que me buscan me hallan.
Y él afirmó su palabra que habló sobre nosotros, y sobre nuestros jueces que nos gobernaron, trayendo sobre nosotros tan grande mal; que nunca fue hecho debajo del cielo como el que fue hecho en Jerusalén.