el cual pasaba por la calle, junto a la esquina de aquella, e iba camino de su casa;
Aleja de ella tu camino, y no te acerques a la puerta de su casa;
unas veces de fuera, o bien por las plazas, acechando por todas las esquinas.
Caminos del sepulcro son su casa, que descienden a las cámaras de la muerte.
Huid de la fornicación. Cualquier otro pecado que el hombre hiciere, fuera del cuerpo es; mas el que fornica, contra su propio cuerpo peca.
Huye también de los deseos juveniles; y sigue la justicia, la fe, la caridad, la paz, con los que invocan al Señor de limpio corazón.
Mas haced salvos a los otros con temor, arrebatándolos del fuego; mas con esto aborreciendo aun hasta la ropa que es contaminada de tocamiento de carne.
Y fue Sansón a Gaza, y vio allí una mujer ramera, y entró a ella.