no la dejes, y ella te guardará; ámala, y te conservará.
Hijo mío, no se aparten de tus ojos; guarda la sabiduría y el consejo;
Yo amo a los que me aman; y los que me buscan me hallan.
Que habite el Cristo por la fe en vuestros corazones; para que, arraigados y fundados en caridad,
y con todo engaño de iniquidad obrando en los que perecen; por cuanto no recibieron la caridad de la verdad para ser salvos.