Como quien liga la piedra en la honda, así es el que da honra al loco.
No conviene al loco el deleite; ¡cuánto menos al siervo ser señor de los príncipes!
Como la nieve en el verano, y la lluvia en la siega, así conviene al loco la honra.
Así como camina el cojo; es el proverbio en la boca del loco.
Espinas hincadas en mano del embriagado, tal es el proverbio en la boca de los locos.
Por el siervo cuando reinare; y por el loco cuando se saciare de pan;