Así como camina el cojo; es el proverbio en la boca del loco.
Y harán caer sobre sí sus mismos consejos y acuerdos; se espantarán todos los que los vieren.
No conviene al loco la altilocuencia; ¡cuánto menos al príncipe el labio mentiroso!
El que da un cargo al que no tiene facultad para ejercitarlo, es el que envía algo por mano del loco; y beberá el daño.
Como quien liga la piedra en la honda, así es el que da honra al loco.
Espinas hincadas en mano del embriagado, tal es el proverbio en la boca de los locos.
Y les dijo: Sin duda me diréis este refrán : Médico, cúrate a ti mismo; de tantas cosas que hemos oído haber sido hechas en Capernaum, haz también aquí en tu tierra.