El perezoso no ara a causa del invierno; pedirá, pues, en la siega, y no hallará .
La mano negligente hace pobre; mas la mano de los diligentes enriquece.
El alma del perezoso desea, y nada alcanza; mas el alma de los diligentes será engordada.
La pereza hace caer en sueño; y el alma negligente hambreará.
El perezoso esconde su mano en el seno; aun a su boca no la llevará.
Como aguas profundas es el consejo en el corazón del hombre; mas el hombre entendido lo alcanzará a sacar .
El deseo del perezoso le mata, porque sus manos no quieren trabajar.
así vendrá como caminante tu necesidad, y tu pobreza como hombre de escudo.
Ve a la hormiga, oh perezoso, mira sus caminos, y sé sabio;
El que al viento mira, nunca sembrará; y el que mira a las nubes, nunca segará.