No toma placer el loco en la inteligencia, sino en lo que descubre su corazón.
¿Hasta cuándo, oh simples, amaréis la simpleza, y los burladores desearán el burlar, y los locos aborrecerán la ciencia?
El principio del conocimiento es el temor del SEÑOR; los locos despreciaron la sabiduría y el castigo.
El hombre cuerdo encubre su sabiduría; mas el corazón de los locos publica la locura.
Todo hombre cuerdo obra con sabiduría; mas el loco manifestará su locura.
¿De qué sirve el precio en la mano del loco para comprar sabiduría, no teniendo corazón para entender ?
Cuando viene el impío, viene también el menosprecio, y con el deshonrador la afrenta.
Y aun mientras va el loco por el camino, le falta cordura; y dice a todos, que es loco.
Y he aquí, toda la ciudad salió a encontrar a Jesús. Y cuando le vieron, le rogaban que se fuese de sus términos.
Así también vosotros; pues que anheláis las cosas del Espíritu, procurad ser excelentes para la edificación de la Iglesia.
En cuanto a lo sacrificado a los ídolos, sabemos que todos tenemos ciencia. La ciencia envanece, mas la caridad edifica.
Y algunos, a la verdad, predican al Cristo por envidia y porfía; mas otros también por buena voluntad.