El malo está atento al labio inicuo; y el mentiroso escucha a la lengua maldiciente.
Me ha entregado Dios al mentiroso, y en las manos de los impíos me hizo temblar.
El simple cree a toda palabra; mas el entendido entiende sus pasos.
Los que dejan la ley, alaban al impío; mas los que la guardan, contenderán con ellos.
Que dicen a los que ven: No veáis; y a los profetas: No nos profeticéis lo recto, decidnos cosas halagüeñas, profetizad errores.
los profetas profetizaron mentira, y los sacerdotes dirigían por manos de ellos; y mi pueblo así lo quiso. ¿Qué pues haréis a su fin?
Ellos son del mundo, por eso hablan del mundo, y el mundo los oye.