El sabio de corazón recibirá los mandamientos; mas el que habla locuras caerá.
Dame entendimiento, y guardaré tu ley; y la cumpliré de todo corazón.
Si el sabio los oyere, aumentará la doctrina; y el entendido adquirirá consejo;
El que guiña el ojo acarrea tristeza; y el que habla locuras caerá.
Los sabios guardan la sabiduría; mas la boca del loco es calamidad cercana.
El que ama el castigo ama la sabiduría; mas el que aborrece la reprensión, es carnal.
El impío es enredado en la prevaricación de sus labios; mas el justo saldrá de la tribulación.
El que guarda su boca guarda su alma; mas el que mucho abre sus labios tendrá calamidad.
En toda labor hay fruto; mas el hablar y no hacer, empobrece.
La sabiduría del cuerdo es entender su camino; mas la locura de los locos es engaño.
No castigues al burlador, para que no te aborrezca; castiga al sabio, y te amará.
Da al sabio, y será más sabio; enseña al justo, y acrecerá su saber.
Las palabras de la boca del sabio son gracia; mas los labios del loco lo echan a perder.
¿Quién es sabio y avisado entre vosotros? Muestre por la buena conversación sus obras en mansedumbre de sabiduría.