El que recoge en el verano es hijo entendido; el que duerme en el tiempo de la siega es hijo que avergüenza.
La mano negligente hace pobre; mas la mano de los diligentes enriquece.
Bendita es la cabeza del justo; mas la boca de los impíos cubre la iniquidad.
La mujer virtuosa es corona de su marido; mas la mala, como carcoma en sus huesos.
El siervo prudente se enseñoreará del hijo que deshonra, y entre los hermanos compartirá la herencia.
El que roba a su padre y ahuyenta a su madre, es hijo avergonzador y deshonrador.
Saldrá la grama, aparecerá la hierba, y se segarán las hierbas de los montes.
Las hormigas, pueblo no fuerte, y en el verano preparan su comida;
Ve a la hormiga, oh perezoso, mira sus caminos, y sé sabio;
prepara en el verano su comida y en el tiempo de la siega allega su mantenimiento.