clama en los principales lugares de concurso; en las entradas de las puertas de la ciudad dice sus razones:
La sabiduría clama de fuera; en las plazas da su voz;
¿Hasta cuándo, oh simples, amaréis la simpleza, y los burladores desearán el burlar, y los locos aborrecerán la ciencia?
¿No clama la sabiduría, y da su voz la inteligencia?
en el lugar de las puertas, a la entrada de la ciudad, a la entrada de las puertas da voces:
Envió sus criadas; sobre lo más alto de la ciudad clamó:
Lo que os digo en tinieblas, decidlo en luz; y lo que oís al oído, predicadlo desde los terrados.
Y se allegó a él gran multitud; y entrando él en el barco, se sentó, y toda la multitud estaba a la ribera.
Jesús le respondió: Yo manifiestamente he hablado al mundo; yo siempre he enseñado en la sinagoga y en el Templo, donde se juntan todos los judíos, y nada he hablado en oculto.
Id, y estando en el Templo, hablad al pueblo todas las palabras de esta vida.