Entonces él dijo a Balac: Ponte aquí junto a tu holocausto, y yo iré a encontrar a Dios allí.
Y él les dijo: Reposad aquí esta noche, y yo os recitaré las palabras, cuando el SEÑOR me hablare. Así los príncipes de Moab se quedaron con Balaam.
Y lo llevó al campo de Zofim, a la cumbre de Pisga, y edificó siete altares, y ofreció un becerro y un carnero en cada altar.
Y el SEÑOR se encontró con Balaam, y puso palabra en su boca, y le dijo: Vuelve a Balac, y así has de decir.
Y Balaam dijo a Balac: Ponte junto a tu holocausto, y yo iré; por ventura el SEÑOR me vendrá al encuentro, y cualquiera cosa que me mostrare, te la noticiaré. Y así se fue solo.
Mas yo no quise escuchar a Balaam, antes os bendijo repetidamente, y os libré de sus manos.