Y el ángel del SEÑOR dijo a Balaam: Ve con esos hombres; pero la palabra que yo te dijere, esa hablarás. Así Balaam fue con los príncipes de Balac.
Y dijo Micaías: Vive el SEÑOR, que lo que el SEÑOR mi Dios me dijere, eso hablaré. Y vino al rey.
Los dejé por tanto a la dureza de su corazón; caminaron en sus consejos.
El que camina en integridad, será salvo; mas el de perversos caminos caerá en alguno.
Y oyendo Balac que Balaam venía, salió a recibirlo a la ciudad de Moab, que está junto al término de Arnón, que está al límite de su territorio.
Mas yo no quise escuchar a Balaam, antes os bendijo repetidamente, y os libré de sus manos.