Y cualquiera persona que comiere cosa mortecina o despedazada por fiera , así de los naturales como de los extranjeros, lavará sus vestidos, y a sí mismo se lavará con agua, y será inmundo hasta la tarde; y se limpiará.
Y les será por estatuto perpetuo; también el que rociare el agua de la separación lavará sus vestidos; y el que tocare el agua de la separación, será inmundo hasta la tarde.
El sacerdote lavará luego sus vestidos, lavará también su carne con agua, y después entrará en el campamento; y será inmundo el sacerdote hasta la tarde.
Y un hombre limpio recogerá las cenizas de la vaca, y las pondrá fuera del campamento en un lugar limpio, y las guardará la congregación de los hijos de Israel para el agua de separación; es expiación.