y hará quemar la vaca ante sus ojos; su cuero y su carne y su sangre, con su estiércol, hará quemar.
Heme escurrido como aguas, y todos mis huesos se descoyuntaron; mi corazón fue como cera, desliéndose en medio de mis entrañas.
Pero consumirás a fuego fuera del campo la carne del novillo, y su pellejo, y su estiércol; es expiación.
Con todo eso, el SEÑOR lo quiso moler, sujetándole a padecimiento. Cuando hubiere puesto su alma por expiación, verá linaje, vivirá por largos días; y la voluntad del SEÑOR será en su mano prosperada.
Y sacará el novillo fuera del campamento, y lo quemará como quemó el primer novillo; y esto será expiación de la congregación.