Y los que murieron de aquella mortandad fueron catorce mil setecientos, sin los muertos por el negocio de Coré.
Así el SEÑOR dio pestilencia en Israel, y cayeron de Israel setenta mil hombres.
aquellos varones que habían hablado mal de la tierra, murieron de plaga delante del SEÑOR.
Y se puso entre los muertos y los vivos, y la mortandad cesó.
Después se volvió Aarón a Moisés a la puerta del tabernáculo del testimonio, cuando la mortandad había cesado.
Y murieron de aquella mortandad veinticuatro mil.
Ni murmuréis, como algunos de ellos murmuraron, y perecieron por el destructor.
Mirad que no desechéis al que habla. Porque si no escaparon aquellos que desecharon al que hablaba en la tierra, mucho menos escaparemos nosotros, si desecháramos al que habla desde los cielos.