Por sus frutos los conoceréis. ¿Se cogen uvas de los espinos, o higos de los abrojos?
Aun el niño es conocido por sus obras, si su obra fuere limpia y recta.
O haced el árbol bueno, y su fruto bueno, o haced el árbol podrido, y su fruto podrido; porque por el fruto es conocido el árbol.
Así que, por sus frutos los conoceréis.
Mas el fruto del Espíritu es: caridad, gozo, paz, tolerancia, benignidad, bondad, fe,
Mas alguno dirá: Tú tienes la fe, y yo tengo las obras; muéstrame tu fe sin tus obras, y yo te mostraré mi fe por mis obras.
Hermanos míos, ¿puede la higuera producir aceitunas, o la vid higos? Así ninguna fuente puede dar agua salada y dulce.
Como dice el proverbio del antiguo: De los impíos saldrá la impiedad; así que mi mano no será contra ti.