Y otros, tomando a sus siervos, los afrentaron y los mataron.
Mas ellos sin hacer caso, se fueron, uno a su labranza y otro a sus negocios.
Y el rey, oyendo esto , se enojó y enviando sus ejércitos, destruyó a aquellos homicidas, y puso fuego a su ciudad.
Porque será entregado a los gentiles, y será escarnecido, e injuriado, y escupido.
Y Saulo consentía en su muerte. Y en aquel día se hizo una gran persecución en la Iglesia que estaba en Jerusalén; y todos fueron esparcidos por las tierras de Judea y de Samaria, salvo los apóstoles.
Acordaos de los presos como presos juntamente con ellos; y de los afligidos, como también vosotros mismos sois del cuerpo.