Entonces él les dijo: No todos pueden recibir esta palabra, sino aquellos a quienes es dado.
Y él respondiendo, les dijo: Porque a vosotros es concedido saber los misterios del Reino de los cielos; mas a ellos no es concedido.
Le dicen sus discípulos: Si así es el negocio del hombre con su mujer, no conviene casarse.
Porque hay castrados que nacieron así del vientre de su madre; y hay castrados, que son hechos por los hombres; y hay castrados que se castraron a sí mismos por causa del Reino de los cielos; el que pueda tomar eso , tómelo.
Sino que cada uno como el Señor le repartió, y como Dios llamó a cada uno, así ande; y así ordeno en todas las Iglesias.
Mas por evitar las fornicaciones, cada uno tenga su mujer, y cada una tenga su marido.
Esto, sin embargo, digo para vuestro provecho; no para echaros lazo, sino para lo honorable, y para que sin impedimento os sirváis al Señor.