Y dijo el SEÑOR a Satanás: El SEÑOR te reprende, oh Satanás; el SEÑOR, que ha escogido a Jerusalén, te reprende. ¿No es éste un tizón arrebatado del incendio?
Y les dijo: Sin duda me diréis este refrán : Médico, cúrate a ti mismo; de tantas cosas que hemos oído haber sido hechas en Capernaum, haz también aquí en tu tierra.
Y salían también demonios de muchos, dando voces, y diciendo: Tú eres el Cristo, el Hijo de Dios. Mas él riñéndoles no les dejaba hablar; porque sabían que él era el Cristo.
Y llegándose a él , le despertaron, diciendo: ¡Maestro, Maestro, que perecemos! Y despertado él, increpó al viento y a la furia del agua; y cesaron, y fue hecha grande bonanza.
Por lo cual alegraos, cielos, y los que moráis en ellos. ¡Ay de los moradores de la tierra y del mar! Porque el diablo ha descendido a vosotros, teniendo gran ira, sabiendo que tiene poco tiempo.