Y estaba en la sinagoga un hombre que tenía un espíritu de un demonio inmundo, el cual exclamó a gran voz,
Y había en la sinagoga de ellos un hombre con espíritu inmundo, el cual dio voces,
Y estaban fuera de sí de su doctrina, porque su palabra era con potestad.
diciendo: Déjanos, ¿qué tenemos contigo Jesús Nazareno? ¿Has venido a destruirnos? Yo te conozco quién eres, el Santo de Dios.