Y dijo: De cierto os digo, que ningún profeta es acepto en su tierra.
Y se escandalizaban en él. Mas Jesús les dijo: No hay profeta sin honra, sino en su tierra y en su casa.
Y creyeron muchos más por la palabra de él.
Porque el mismo Jesús dio testimonio de que un profeta en su tierra no tiene honra.
Yo de cierto soy judío, nacido en Tarso de Cilicia, mas criado en esta ciudad a los pies de Gamaliel, enseñado conforme a la verdad de la ley de la patria, celoso de la Ley, como todos vosotros sois hoy.