Mas todos sus conocidos, y las mujeres que le habían seguido desde Galilea, estaban lejos mirando estas cosas.
Hizo alejar de mí mis hermanos, y ciertamente mis conocidos se extrañaron de mí.
Miraba a la mano derecha, y observaba; mas no había quién me conociese; no tuve refugio, no había quién volviese por mi vida.
Mis amigos y mis compañeros se quitaron de delante de mi plaga; y mis cercanos se pusieron lejos.
Has alejado de mí al amigo y al compañero; y mis conocidos has puesto en la tiniebla.
Y estaban allí María Magdalena, y la otra María, sentadas delante del sepulcro.
Y María Magdalena, y María madre de José, miraban donde era puesto.
Y le seguía una grande multitud del pueblo, y de mujeres, las cuales le lloraban y lamentaban.
Y viniendo también las mujeres que le habían seguido de Galilea, vieron el sepulcro, y cómo fue puesto su cuerpo.
y algunas mujeres que habían sido curadas por él de malos espíritus y de enfermedades: María, que se llamaba Magdalena, de la cual habían salido siete demonios,