(El cual había sido echado en la cárcel por una sedición hecha en la ciudad, y una muerte.)
Y había uno, que se llamaba Barrabás, preso con sus compañeros de motín que habían hecho muerte en una revuelta.
Mas toda la multitud dio voces a una, diciendo: Quita a éste, y suéltanos a Barrabás.
Y comenzaron a acusarle, diciendo: A éste hemos hallado que pervierte la nación, y que veda dar tributo a César, diciendo que él es Cristo, un Rey.
Y les habló otra vez Pilato, queriendo soltar a Jesús.
Mas ellos porfiaban, diciendo: Alborota al pueblo, enseñando por toda Judea, comenzando desde Galilea hasta aquí.
¿No eres tú aquel egipcio que levantaste una sedición antes de estos días, y sacaste al desierto cuatro mil hombres salteadores?
Mas vosotros al Santo y al Justo negasteis, y pedisteis que se os diese un hombre homicida;