y cubriéndole, herían su rostro, y le preguntaban, diciendo: Profetiza quién es el que te hirió.
diciendo: Profetízanos, oh Cristo, quién es el que te ha herido.
Y algunos comenzaron a escupir en él, y cubrir su rostro, y a darle bofetadas, y decirle: Profetiza. Y los servidores le herían de bofetadas.
Mas los filisteos echaron mano de él, y le sacaron los ojos, y le llevaron a Gaza; y le ataron con cadenas de hierro, para que moliese en la cárcel.
Y aconteció que, yéndose alegrando el corazón de ellos, dijeron: Llamad a Sansón, para que nos haga reir. Y llamaron a Sansón de la cárcel, y sirvió de diversión delante de ellos; y lo pusieron entre las columnas.