por tanto, el Señor DIOS dice así: He aquí que yo fundo en Sion una piedra, piedra de fortaleza, de esquina, de precio, de cimiento cimentado; el que creyere, no se apresure.
Porque he aquí aquella Piedra que puse delante de Josué; sobre esta única piedra hay siete ojos; he aquí, yo esculpiré su labor, dice el SEÑOR de los ejércitos, y quitaré el pecado de la tierra en un día.
Les dijo Jesús: ¿Nunca leisteis en las Escrituras: La piedra que desecharon los que edificaban, esta fue hecha por cabeza de esquina? Por el Señor es hecho esto, y es cosa maravillosa en nuestros ojos.
Y mirándolos alrededor con enojo, condoliéndose de la ceguedad de sus corazones, dice al hombre: Extiende tu mano. Y la extendió; y su mano fue restituida sana como la otra.
Porque os digo, que es necesario que se cumpla todavía en mí aquello que está escrito: Y con los malos fue contado; porque lo que está escrito de mí, su cumplimiento tiene.
Entonces, vuelto el Señor, miró a Pedro; y Pedro se acordó de la palabra del Señor como le había dicho: Antes que el gallo cante, me negarás tres veces.
Y les dijo: Estas son las palabras que os hablé, estando aún con vosotros: que era necesario que se cumpliesen todas las cosas que están escritas de mí en la ley de Moisés, y en los profetas, y en los salmos.
Por lo cual también contiene la Escritura: He aquí, pongo en Sión la principal Piedra de la esquina, escogida, preciosa: Y el que creyere en ella, no será confundido.