Ahora despides, Señor, a tu siervo, Conforme a tu palabra, en paz;
Y tú vendrás a tus padres en paz, y serás sepultado en buena vejez.
Entonces Israel dijo a José: Muera yo ahora, ya que he visto tu rostro, pues aún vives.
Sin Considera al perfecto, y mira al recto; que la postrimería de cada uno de ellos es paz.
Y había recibido respuesta del Espíritu Santo, que no vería la muerte antes que viese al Cristo del Señor.
Entonces él le tomó en sus brazos, y bendijo a Dios, y dijo:
porque de ambas cosas estoy puesto en estrecho) teniendo deseo de ser desatado, y estar con Cristo, lo cual es mucho mejor;
Y oí una voz del cielo que me decía: Escribe: Bienaventurados son los muertos, que de aquí en adelante mueren en el Señor. Sí, dice el Espíritu, que descansan de sus labores; y sus obras los siguen.
Y clamaban a alta voz diciendo: ¿Hasta cuándo, Señor, Santo y Verdadero, no juzgas y vengas nuestra sangre de los que moran en la tierra?