¿O cuál rey, teniendo que ir a hacer guerra contra otro rey, sentándose primero no consulta si puede salir al encuentro con diez mil al que viene contra él con veinte mil?
Y el rey de Israel respondió, y dijo: Decidle, que no se alabe el que se ciñe, como el que ya se desciñe.
Pon tu mano sobre él; te acordarás de la batalla, y nunca más tornarás.
Los pensamientos con el consejo se ordenan; y con sabios consejos se hace la guerra.
No salgas a pleito presto, no sea que no sepas qué hacer al fin, después que tu prójimo te haya avergonzado.
diciendo: Este hombre comenzó a edificar y no pudo acabar.
De otra manera, cuando aún el otro está lejos, le ruega por la paz, enviándole embajada.