¿No se venden cinco pajarillos por dos blancas? Pues ni uno de ellos está olvidado de Dios.
El que da a la bestia su mantenimiento, y a los hijos de los cuervos que claman a él .
¿No se venden dos pajarillos por un cuarto? Con todo, ni uno de ellos cae a tierra sin vuestro Padre.
Y como vino una viuda pobre, echó dos centavos, que es un cuadrante.
Considerad los cuervos, que ni siembran, ni siegan; que ni tienen cillero, ni alfolí; y Dios los alimenta. ¿Cuánto de más estima sois vosotros que las aves?
Considerad los lirios, cómo crecen; no labran, ni hilan; y os digo, que ni Salomón con toda su gloria se vistió como uno de ellos.