Pero de un bautismo me es necesario ser bautizado; y ¡cómo me angustio hasta que sea cumplido!
El hacer tu voluntad, Dios mío, me ha agradado; y tu ley está en medio de mis entrañas.
y eran bautizados de él en el Jordán, confesando sus pecados.
Fuego vine a meter en la tierra; ¿y qué quiero, sino que se encienda?
Jesús entonces dijo a Pedro: Mete tu espada en la vaina; el vaso que el Padre me ha dado, ¿no lo tengo que beber?
Cuando Jesús tomó el vinagre, dijo: Consumado es. Y habiendo inclinado la cabeza, dio el Espíritu.
Les dice Jesús: Mi comida es que haga la voluntad del que me envió, y que acabe su obra.
Mas como sus hermanos hubieron subido, entonces él también subió al día de la Fiesta, no manifiestamente, sino como en cubierto.
Y ahora, he aquí, que yo atado del Espíritu, voy a Jerusalén, sin saber lo que allá me ha de acontecer;