Vosotros pues también, estad apercibidos; porque a la hora que no pensáis, el Hijo del hombre vendrá.
Velad pues, porque no sabéis a qué hora ha de venir vuestro Señor.
Por tanto, también vosotros estad apercibidos; porque el Hijo del hombre ha de venir a la hora que no pensáis.
Velad, pues, porque no sabéis el día ni la hora en que el Hijo del hombre ha de venir.
Y esto, conociendo el tiempo, que es ya hora de levantarnos del sueño; porque ahora nos está más cerca nuestra salud que cuando creímos.
mas vestíos del Señor Jesús, el Cristo; y no hagáis caso de la carne en sus deseos.
Por tanto, no durmamos como los demás; antes velemos y seamos sobrios.
Gocémonos y alegrémonos y démosle gloria; porque son venidas las bodas del Cordero, y su mujer se ha aparejado.