Y en cualquier ciudad donde entréis, y os recibieren, comed lo que os pusieren delante;
El que os recibe a vosotros, a mí me recibe; y el que me recibe a mí, recibe al que me envió.
Mas en cualquier ciudad donde entréis, y no os recibieren, saliendo por sus calles, decid:
Y les dice: Cualquiera que recibiere este niño en mi nombre, a mí me recibe; y cualquiera que me recibiere a mí, recibe al que me envió; porque el que fuere el menor entre todos vosotros, éste será grande.
De cierto, de cierto os digo: El que recibe al que yo enviare, a mí recibe; y el que a mí me recibe, recibe al que me envió.
Y si algún incrédulo os llama, y queréis ir, de todo lo que se os ponga delante comed, sin preguntar nada por causa de la conciencia.
Así también ordenó el Señor a los que anuncian el Evangelio, que vivan del Evangelio.