En cualquier casa donde entréis, primeramente decid: Paz sea a esta casa.
Crío fruto de labios, paz; paz al lejano y al cercano, dijo el SEÑOR, y le sanó.
No llevéis bolsa, ni alforja, ni calzado; y a nadie saludéis en el camino.
Y si hubiere allí algún hijo de paz, vuestra paz reposará sobre él; y si no, se volverá a vosotros.
Y el Señor le dijo: Porque hoy ha sido hecha salud a esta casa; por cuanto él también es hijo de Abraham.
Dios envió Palabra a los hijos de Israel, anunciando el evangelio por Jesús, el Cristo; (éste es el Señor de todos).
Y vino, y anunció la paz a vosotros que estabais lejos, y a los que estaban cerca;
Y decidle así: Que vivas y sea paz a ti, y paz a tu familia, y paz a todo cuanto tienes.