Y se le apareció un ángel del Señor puesto en pie a la derecha del altar del incienso.
Y pondrá el incienso sobre el fuego delante del SEÑOR, y la nube del incienso cubrirá la cubierta que está sobre el testimonio, y no morirá.
Y respondiendo el ángel le dijo: Yo soy Gabriel, que estoy delante de Dios; y soy enviado a hablarte, y a darte este evangelio.
Y entrando el ángel en donde ella estaba , dijo: ¡Gozo hallas, amada! El Señor es contigo; bendita tú entre las mujeres.
Mas el ángel les dijo: No temáis; porque he aquí os doy evangelio de gran gozo, que será a todo el pueblo;
Y he aquí el ángel del Señor vino sobre ellos, y la claridad de Dios los cercó de resplandor; y tuvieron gran temor.
Mas el ángel del Señor, abriendo de noche las puertas de la cárcel, y sacándolos, dijo:
¿No son todos espíritus servidores, enviados en servicio por amor de los que son los herederos de la salud?
Y el sexto ángel tocó la trompeta; y oí una voz de los cuatro cuernos del altar de oro, el cual está delante de los ojos de Dios;
A esta mujer apareció el ángel del SEÑOR, y le dijo: He aquí que tú eres estéril, y no has tenido hijos; mas concebirás y darás a luz un hijo.
Y el SEÑOR oyó la voz de Manoa; y el ángel de Dios volvió otra vez a la mujer, estando ella en el campo; mas su marido Manoa no estaba con ella.