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Referencias Cruzadas

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Levítico 23:32

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Sábado de sábados será a vosotros, y afligiréis vuestras almas, comenzando a los nueve del mes en la tarde; de tarde a tarde reposaréis vuestro sábado.

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19 Referencias Cruzadas  

Sucedió pues, que cuando la sombra llegó a las puertas de Jerusalén antes del sábado, dije que se cerrasen las puertas, y ordené que no las abriesen hasta después del sábado; y puse a las puertas algunos de mis criados, para que en día de sábado no entrasen carga.

Mas yo, cuando ellos enfermaron, me vestí de cilicio; afligí con ayuno mi alma, y mi oración se revolvía en mi seno.

Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado; al corazón contrito y humillado no despreciarás tú, oh Dios.

Porque así dijo el Alto y Sublime, el que habita en eternidad, y cuyo nombre es El Santo, que tengo por morada la altura y la santidad; y con el quebrantado y abatido de espíritu habito , para hacer vivir el espíritu de los abatidos, y para hacer vivir el corazón de los quebrantados.

A ordenar en Sion a los enlutados, para darles gloria en lugar de ceniza, óleo de gozo en lugar del luto, manto de alegría en lugar del espíritu angustiado; y serán llamados árboles de justicia, plantío del SEÑOR, para gloria suya.

Esto tendréis por estatuto perpetuo: En el mes séptimo, a los diez del mes, afligiréis vuestras almas, y ninguna obra haréis, ni el natural ni el extranjero que peregrina entre vosotros.

Sábado de reposo será a vosotros, y afligiréis vuestras almas, por estatuto perpetuo.

Pero a los diez de este mes séptimo será el día de las expiaciones; tendréis santa convocación, y afligiréis vuestras almas, y ofreceréis ofrenda encendida al SEÑOR.

Ninguna obra haréis; estatuto perpetuo será por vuestras edades en todas vuestras habitaciones.

Y habló el SEÑOR a Moisés, diciendo:

Bienaventurados los que lloran (enlutados) , porque ellos recibirán consolación.

Pero si nos examinásemos a nosotros mismos, cierto no seríamos juzgados.

Apresurémonos, pues, de entrar en aquel Reposo, que ninguno caiga en semejante ejemplo de incredulidad.

(Pero entramos en el Reposo los que hemos creído,) de la manera que dijo: Así que les juré en mi ira, no entrarán en mi Reposo, aun acabadas las obras desde el principio del mundo.




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