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Referencias Cruzadas

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Levítico 16:17

Biblia Spanish Sagradas Escrituras

Y ningún hombre estará en el tabernáculo del testimonio cuando él entrare a hacer la reconciliación en el santuario, hasta que él salga, y haya hecho la reconciliación por sí, y por su casa, y por toda la congregación de Israel.

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14 Referencias Cruzadas  

hijo de Elcana, hijo de Jeroham, hijo de Eliel, hijo de Toa;

Y no suba hombre contigo, ni aparezca alguno en todo el monte; ni ovejas ni bueyes pazcan delante del monte.

Todos nosotros nos perdimos, como ovejas; cada cual se apartó por su camino; mas el SEÑOR traspuso en él el pecado de todos nosotros.

Setenta semanas están determinadas (Heb. cortadas ) sobre tu pueblo y sobre tu Santa Ciudad, para acabar la prevaricación, y concluir el pecado, y expiar la iniquidad; y para traer la justicia de los siglos, y sellar la visión y la profecía, y ungir el lugar santísimo.

y limpiará el santuario, de las inmundicias de los hijos de Israel, y de sus rebeliones, y de todos sus pecados: de la misma manera hará también al tabernáculo del testimonio, el cual mora entre ellos, en medio de sus inmundicias.

Y saldrá al altar que está delante del SEÑOR, y lo expiará; y tomará de la sangre del novillo, y de la sangre del macho cabrío, y pondrá sobre los cuernos del altar alrededor.

Y toda la multitud del pueblo estaba fuera orando a la hora del incienso.

Y en ningún otro hay salud; porque no hay otro nombre debajo del cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos.

Porque hay un solo Dios, asimismo un solo Mediador entre Dios y los hombres, el hombre Cristo Jesús,

el cual siendo el resplandor de su gloria, y la misma imagen de su sustancia, y sustentando todas las cosas con la palabra de su potencia, habiendo hecho la purgación de nuestros pecados por sí mismo, se sentó a la diestra de la majestad en las alturas,

Mas en el segundo, sólo el sumo sacerdote entraba una vez en el año, no sin sangre, la cual ofrece por su propia ignorancia y la del pueblo.

él mismo llevó nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para que nosotros siendo muertos a los pecados, vivamos a la justicia, por cuya herida habéis sido sanados.

Porque también el Cristo padeció una vez por los pecados, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios, siendo a la verdad muerto en la carne, pero vivificado en espíritu;




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