Llevaron a los fariseos al que antes había sido ciego.
Y los sumo sacerdotes y los fariseos habían dado mandamiento, que si alguno supiese dónde estuviera, lo manifestase, para que le prendiesen.
mas los fariseos dijeron entre sí: ¿Veis que nada aprovecháis? He aquí, que todo el mundo se va tras de él.
Con todo eso, aun de los príncipes, muchos creyeron en él; mas por causa de los fariseos no lo confesaban, para no ser echados de la sinagoga.
Entonces le dijeron: ¿Dónde está aquel? El dijo: No sé.
Y era sábado cuando Jesús había hecho el lodo, y le había abierto los ojos.